Mi nombre es José Manuel Cueva Cumbicus, nací en la provincia de Loja-Cariamanga el 18 de Abril de 1983, y fue donde crecí hasta los siete años; también mis padres son de ese lugar.
Viaje a Quito y desde entonces mi vida se ha desarrollado poco a poco. Mientras pasaba el tiempo muy dentro de mí la sangre fluía con fervor al escuchar mis oídos las melodías musicales, las cuales eran producidas por la radio o casett, ya sea que mi padre las reproducía un fin de semana en casa.
Escuché al primer grupo llamado “SAHIRO” que me llamó la atención y puse en práctica mi voz, también: Palito Ortega, Nino Bravo, Camilo Sesto, José José, etc. Sin embargo Bronco llegó como sorpresa a mi ser por sus canciones y letras. Poco a poco iba creciendo mi gusto por la música.
Mientras tanto mi hermano también le despertaba la emoción por la música escuchando a los siete años al inigualable y al mejor cantante que hemos tenido en la historia que es el “Ruiseñor de América”, JULIO JARAMILLO. Por mi parte mi ideología no aceptaba, diciendo que era "música chichera"; sin embargo lo aceptaba paulatinamente descubriendo su don de interpretar con un estilo único y con un gran timbre de voz.
A mis diez años de edad ya escuchaba a algunos cantantes del mundo y con mis grandes deseos de aprender a cantar y entonar la guitarra la cual se me hacia imposible porque carecía de recursos económicos y mis sueños se hacían fantasía.
En la escuela y luego en el colegio cantaba en horas de recreo pero no lo hacia en público por la timidez y vergüenza únicamente con algunos de mis compañeros.
En el año 2000 nos fuimos de viaje con toda mi familia al Perú en donde estuvimos un año y luego regresamos a Loja, cuando a los 17 años empecé a trabajar y estudiar en la nocturna para poder comprar mi primera guitarra y comenzar mi sueño por la música y comencé a practicar con un cancionero de Leo Dan y componer algunos temas. Al año siguiente retornamos a Quito y culminé mi bachillerato; sin embargo mi pasión por la música seguía en mi mente aunque la mayoría me decían que de la misma no se vive y que tenía que optar por una carrera y les digo que a mí me molestaba las respuestas que me decían.
A mis 21 años me sentía defraudado por que mis sueños no se estaban logrando, quería formar un grupo el cual pudiéramos demostrar sentimientos por la música, seguía trabajando en algunos lugares y deseando poder estudiar lo que anhelaba, porque buscaba academias o centros de artes pero el tiempo era otro obstáculo que tenía que darme.
A los 25 años se logró formar entre amigos un grupo que se le dio algunos nombres y por último el de: “REQUIEM” el cual nos estamos formando de a poco.
Necesariamente mi voz no desarrollaba la técnica vocal por que carecía de conocimiento y seguía buscando una academia que me pudiera enseñar correctamente, pedía a DIOS que me facilite y por medio de un hermano de la iglesia me envío a los Talleres del Año de “MISIONARTE”, en donde me siento a gusto con todos los compañeros, las clases son divertidas y entendibles porque me dan el apoyo y ánimo a seguir.
Me dijeron que tenía talento y eso elevó mis ganas de superación, aunque por mi edad de 26 años me sentía viejo para seguir pero los consejos de MISIONARTE y su grupo de profesionales sumados a los consejos de personas adultas y refranes sentí que nunca es tarde para comenzar y hacer lo que me gusta en la vida “CANTAR”.
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