Me llamo Gio, tengo 23 años, soy piscis y estoy a la moda...
Desde cuando mi interés por la música?...mmmh?..La verdad no sé. Esta noche hable con mi madre, (15 DE JUNIO DE 2009) para ver si ella me ayuda a encontrar algún hecho que me haya marcado en mi niñez para decir hoy…QUIERO SER MÚSICO..de hecho mi ma´ dice: “eras malo para la música en la escuela” la verdad creo que sí, verán, a un pelado de cinco, seis años, hablarle de negras, blancas, fusas, lo confundes no? Y además, la mala pedagogía escolar que existía en ese entonces (no sé si habrá mejorado hoy en día) hacia que en vez de llegar a despertar un interés por este maravilloso mundo lo llegues no quizás a odiar, pero si, a no mostrar interés en ello, las clases eran así: bajábamos del salón de clases normales al salón de música (he de ver tenido seis años más o menos) ahí esperaba el profesor, y empezaba, fusas, corcheas, negras, silencios, compases, clave, alteraciones, lo cual hacia que no tuviera ningún interés en ello, más aun, cuando mandaba la tarea “completar la pagina tal hasta la pagina tal” lo cual se repitió en el colegio, y ahí fue peor, pasar casi diez hojas al cuaderno del librito azul o rojo(depende en que curso estabas) textual, con dibujitos y todo, cuando más nos hizo cantar un vez el “profesor”, por ende, como despertar un interés de esta forma?Volviendo a mi niñez…recuerdo que de pequeño unos cinco, seis años, Íbamos a la casa de una tía, en la cual, el esposo de ella tocaba la guitarra (tocaba, hoy ya no por un accidente) entonces yo me entraba la cuarto de ellos a ver la guitarra (sin que nadie me viera) ahí pos le movía las clavijas, la tocaba, en fin, jugaba con ella, pero hasta ahí, nada más, nada que me indicara que quería incursionar en el mundo de la música, en fin, fui creciendo.En mi familia a la única persona que le gustaba la música, el canto más exactamente es a mi mama. Me cuenta que cantaba de niña en alguna fiesta, y que las personas decían “que linda voz de esa niña ele”, tal vez por ahí sea mi amor por la música, de ahí, no recuerdo haber tenido un interés por la música hasta los diecisiete años, cuando empieza esta adicción.
Estaba en el colegio y necesitaba zapatillas para educación física (tenía unas reebok nuevitas, “alajas”, pero negras, y el pana quería blancas), bueno, pedí a mi pa´ dinero y salí a comprar los zapatos (ya se imaginaran en donde termina la historia), regrese con una guitarra, pero también con zapatos, claro, de tela, pero zapatos al fin y al cabo; bueno pasó, trataba de tocar la guitarra sin mayor éxito con esos libritos que encuentras en la calle, de hecho mi hermano mostró mayor interés en tocar que yo, hasta que: un domingo siete y media de la noche, no me fui a misa (estaba en una etapa en la que no quería tener ningún contacto con Dios), veía televisión cambiando de canal en canal sin ver nada, hasta que, puse en el canal indicado, a la hora indicada, con el tipo indicado, el hombre que marcaría mi vida, el hombre por el cual empecé a estudiar guitarra en serio, el hombre que se convertiría en mi meta a superar (bueno, cada quien tiene derecho a soñar). Erick Clapton. Por él, o, el es el hecho que marco mi vida, él es el que despertó mi interés por la música.
Tocaba así, sin más, tratando de imitar lo que decía el libro hasta muy de noche, claro que no todo era felicidad, mi vecino, es decir, mi hermano (vivía, más bien, vive en el cuarto de alado) le molestaba y golpeaba la pared ”DEJA DORMIR VEE, NO HAGAS BULLA “, así que le dije a mi madre que me metiera a una academia de música, ahí caí en ACORDE, una academia donde mis maestros eran José Aguayo y Santos Correa, estuve más o menos una año, desde ahí empecé a experimentar con la composición de canciones (desde los diecisiete hasta los veinte y un años, escribí cerca de ochenta) pero nunca me gustaron. Las rompí y las bote a la basura, en esa etapa de mi vida, me decepcione de mi (creo que soy algo impaciente con lo que quiero, quiero que se dé ya) y deje la guitarra por cerca de tres meses, en los cuales no quise saber nada de música, nada de nada.
Pero volví, es una adicción, una hermosa adicción, el gusto, el amor por la música pudo más. Es así como fui al conservatorio de música a ver que se podía hacer…pero, no pude ingresar porque ya estaba algo viejo (veinte años) me dieron la opción de ingresar a las academias abiertas a estudiar como aficionado, ingresé, estuve los ocho niveles cerca de dos años de estudiar guitarra clásica, solfeo y de montón cosas más, a la par que estudiaba gastronomía graduándome de tecnólogo hace cuatro meses (cualquier contacto estoy a sus órdenes, cocino “rrico”, bien “sazonadito”).
Luego conocí a unos panas y empezamos a hacer música (si sonamos bien, creo que la falla son los instrumentos, sobre todo mi guitarra), pero como yo seguía haciéndole a la composición y para saber cómo estaban, necesitaba cantarlas, haciéndolo sin mucho éxito, pues creo que tengo fea voz, es así que, con el otro integrante de la banda pues decidimos estudiar canto.
Entramos a los talleres de la ESCUELA DE FORMACIÓN ARTÍSTICA NACIONAL MISIONARTE, en donde estamos aprendiendo la técnica necesaria para desarrollar el canto. Valoro las enseñanzas del maestro independientemente de las clases, de la técnica, aprecio mas las charlas, las conversaciones, el hecho de saber que uno PUEDE hacer las cosas siempre que se lo proponga. no sé si llegue a ser un gran cantante, o un gran compositor, lo que si se, es que QUIERO VIVIR CON LA MUSICA, estar ligado a ella, vivir con ella, amarla, sentirme parte de ella, quiero, cuando sea la hora de morir y Dios me pregunte: “QUE HAS HECHO DE TU VIDA”, simplemente decirle “soñé, trabaje, luche por un sueño, creo haber sido digno de la vida que me diste, porque crecí con un ideal, crecí teniendo una razón de vida”. SOY UN MUSICO.
Y aquí estoy cantando, la academia es super chévere, el ambiente, los compañeros, el maestro, la metodología, todo en si, o sea, te sientes a gusto.
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